10/12/2025: Pepe Taco vive en un pasillo infinito del Parque de las Naciones donde todos los restaurantes gritan por atención, pero cariño… solo uno te captura la mirada: Pepe Taco, bautizado claramente por un guiri con nivel de Duolingo “puedo pedir una cerveza y poco más.
Los tacos están riquísimos para lo baratísimos que son, una relación calidad-precio tan buena que casi te sientes culpable, pero aquí, cariño, no esperes servicio en mesa: te levantas, caminas y recoges tu pedido como si fueras a hacer lip sync for your life con cada paso.
El local está a reventar, pero tiene una salita escondida que es básicamente un safari de primeras citas hetero. Cuando llegamos, un chico estaba hundido en el escote de su cita con tanta dedicación que pensé que buscaba las llaves de casa o un mensaje del universo.
Las pantallas en las que ponen el fútbol parpadean como si tuvieran ansiedad social, pero el hilo musical es tan fagota que parecía que los tacos iban a arrancarse a hacer voguing: Sabrina Carpenter, Dua Lipa, Ariana… un gay pride envuelto en tortillas de maíz.
Conclusión: barato, sabroso y con más show que un lip sync final. Una fantasía low-cost que alimenta y entretiene por el mismo precio.
06/10/2025: I stopped by Pepe Taco for a quick takeaway, and I was pleasantly surprised by how good the food was when I got home. The tacos were delicious and very reasonably priced, making it great value for money.
While waiting, I noticed a lively crowd enjoying happy hour by the sea, and it looked like such a fun spot to hang out with friends. The relaxed seaside vibe and upbeat atmosphere make this a place I’d definitely come back to — next time, I’ll stay to dine in!