Primera cafetería al aire libre que vimos en el camino hacia abajo desde donde se venden tkts para ver el Castillo. Excelente comida. Dentro te sientes como si estuvieras en un tranvía. La comida era deliciosa.
Estábamos buscando una francesinha cerca de nuestra ubicación y la verdad es que Está muy rica, está ubicado nada más salir del castillo, buen servicio, camarero, majo.
Pedimos agua fría, no la tenían pero nos trajeron unos hielos aparte.