En nuestra visita a Braga, nos aconsejaron zona donde ir a comer. Encontramos este pequeño restaurante ubicado en una encantadora calle y con terraza exterior. La oferta de la carta nos convenció. Todo estaba muy sabroso. Raciones generosas, como parece ser costumbre en Portugal. Servicio amable. Muy recomendable.
Restaurante céntrico con terraza agradable. Carta no muy larga, con platos típicos. Riquísimo el lomo con queso y jamón en uelto en hojaldre. Por supuesto, el típico bacalao al estilo de Braga. Muy bien de precio.