Nos alojamos en un hotel cercano y nos sugirieron este restaurante por la recepcionista. Gracias a Dios que lo hizo, la comida es increíble! El personal también es muy atento y amable. Tuvimos la Picanha, bebidas y café todo por € 30, que es una ganga. La carne estaba tan tierna que se derritió en tu boca.