El fado según los lisboetas locales es más que música; es tu destino. Nuestro grupo de seis fue a cenar a este restaurante y Fado, era nuestro destino. El servicio era genial, la comida era buena y la música aunque desconocida para nosotros era agradable. No derramamos lágrimas por ninguno de los tres cantantes, sino nuestros aplausos tan largos y fuertes en este club nocturno.