Restaurante Leblon em Almada

En nuestro caso solo fuimos a tomar para conocer el lugar que tan bonito nos pareció por las fotos, efectivamente es precioso, una lastima no poder quedarnos a comer por motivo de tiempo, la carta tiene muy buena pinta, lo malo es que tengas que pagar 10€ de parking para acceder al restaurante, aun estando vació tienes que pagar, es una vergüenza a pesar de que el restaurante no tiene la culpa

Muy desinteresado, el servicio poco convencional, muy caro para lo que se obtiene, sin duda no recomendaría. Fue nuestra segunda comida más cara en Portugal, y no valió la pena. Compartimos una ensalada de higos que en realidad era bastante bueno - verdes frescos mezclados, algunos tomates cherry, higos secos, un chorrito de miel, buen queso de cabra, servido con un pan plano decente. Pequeño y caro, pero lo suficientemente bueno. Las bebidas eran pequeñas y caras. 3 euros por un mini vaso de cerveza, 6. 50 euros por una copa de vino. Mi principal, pollo y verduras, era triste. Sobre cocido, tiras de pollo casi desagradables. Hortalizas demasiado cocidas, muschosas - ñames asados, espinacas, brócoli, coliflor (muy poco de los últimos 2 ) - musgosas e insípidas. Mi marido tenía el atún de sésamo, que dijo que en realidad era bastante bueno, servido con risotto, que dijo que era bastante bueno también, aparte de su color verde brillante de neón nuclear. El restaurante físico es agradable, en cuanto a decoración, y el lugar es genial, justo en la playa. Es una pena, podría ser realmente algo, y en su lugar es un lugar al que definitivamente no volveremos, y no puedo recomendar.