Ce petit restaurant porte bien son nom « coucher de soleil » face à la mer plein Ouest.la cuisine y est simple mais très bonne et le personnel accueillant et aimable
Muy, muy caro para lo poco que ofrecen. Pedimos una “entrada do dia” (9€) y trajeron pan, cinco trocitos de queso (rico, eso sí), unas cortezas, miel y mantequilla de bote. Todo súper escaso. Luego, pescado del día (22€). Era cabracho, muy, muy rico, pero de nuevo tremendamente escaso. De poste, mouse de piña (4€), muy bueno. También me llamó la atención el precio de la botella de agua: 4€. En definitiva, bien en cuanto a sabor, pero el precio exorbitado teniendo en cuenta la cantidad.
El entorno es precioso.