Nos detuvimos aquí para tomar el té y el café mientras esperaba nuestro minibús turístico. El té se sirve en ollas individuales con tazas de porcelana, que era un toque agradable y bastante elegante. Precio extremadamente razonable de 5 euros por dos tés, un café y una coca. Muy limpio con una buena selección de pasteles. Personal amable.