Instituto Português do Desporto e da Juventude em Évora

A principal característica que nos fez escolher este restaurante foi o espaço, mete num canto muitas galerias de arte! Serviço muito pormenorizado, e eficiente. Onde deram uma ajuda acertada nos pratos e bebidas que escolhermos. Todos os pratos são apresentados, criando a experiência ainda mais enriquecedora. Os pratos, desde a salada, indicada para um dia mais quente como era o caso (40graus). As empanadas, a vazia maturada, e as sobremesas. Foram a combinação perfeita para o nosso almoço, condizendo claramente com a beleza do espaço.

El restaurante es muy bonito y todo comenzó de forma excelente. Fuimos para el almuerzo, nos atendieron con amabilidad, las bebidas llegaron rápido, pedimos varias entradas para compartir y todo indicaba que sería una experiencia memorable. Pero todo cambió con la llegada del sirloin. El plato tenía tan mal aspecto que decidimos no probarlo y lo devolvimos de inmediato a la cocina. Fue desconcertante, considerando la calidad de lo que habíamos disfrutado hasta ese momento. Al comentarlo con los meseros, nos dijeron que igual debían cobrarlo, pues era el plato que habíamos pedido y que además era uno de los platos más costosos del menú. Para empeorar la situación, en la cuenta el plato aparecía con otro nombre y otro corte de carne. Tuvimos que hablar con la chef, quien —entre comentarios sobre sus viajes por el mundo y asegurando que sabía perfectamente lo que servía en su restaurante— explicó que lo facturaban con otro nombre, pero que “costaban lo mismo”. Finalmente, decidió retirar de la cuenta el plato de casi 60 euros. Aunque “no pasó nada”, la situación generó incomodidad y arruinó lo que prometía ser un gran almuerzo. No fue, en definitiva, la mejor experiencia. Una lástima!