Chalavar em Faro

Parece una casa convertida en restaurante. Tiene pequeñas salas que recuerdan a habitaciones. Los parroquianos son fundamentalmente portugueses. Al entrar hay un pasillo donde debes esperar hasta que te dan mesa. Posteriormente pasa al final del restaurante donde está la parrilla. Al lado hay una nevera con pescado y carne. Debes elegir lo que vas a comer en ese momento. Las raciones son adecuadas. Una vez en la mesa te sirven ensalada de tomat5/5 y pan. Solo tienen quintos de cerveza y vino por supuesto bebida Comimos sardinas y caballa4/5, para mí gusto un poco sobre cocinada. Salmonetes y calamar5/5. El servicio es poco empático y no acude frecuentemente a las mesas, así que cuando terminas la bebida en ocasiones debes ir a buscar al camarero/a. 24€ persona. No bebimos vino ni tomamos postre En resumen Ambiente 4/5, Servicio3/5, Comida 4/5, Calidad precio 5/5. Merece la pena conocerlo por su originalidad y su comida

Recomendado por amigos para nuestro último almuerzo antes de volver a casa, está fuera de la ciudad principal, pero claramente popular entre los lugareños, siempre una buena señal. Cola durante unos 20 minutos para conseguir mesa (de nuevo una buena señal) y aunque la mesa se compartió con otra pareja la espera valió la pena. Primero eliges en el mostrador de pescado y carne y luego se te muestra a tu asiento con bebidas, pan y ensalada de tomate inmediatamente entregados a la mesa. Nos sentamos en una de las habitaciones con un montón de trabajadores que charlaron con nosotros y nos mostraron lo que estaban comiendo y bebiendo y qué esperar. Nuestro pescado fue asado a la perfección y junto con una botella decente de vino rosa y un par de cervezas lo hicieron un almuerzo para recordar. No espere asientos de lujo y particularmente cómodos, solo buena calidad a la antigua y buen servicio.