Un ambiente acogedor con deliciosa comida, la señora hablaba Inglés y nos ayudó con nuestras decisiones, dando su preferencia cuando se le preguntó.
Las aceitunas estaban tan sabrosas como el pan y se presentaron en la bolsa más linda, un toque tan encantador.
Tuve una deliciosa ensalada de cesar con generosas cantidades de pollo, marido e hijo disfrutaron del surf y césped, la carne era tierna y sabrosa. Estábamos demasiado llenos para el desierto, pero las ofrendas parecían divinas.
Los precios eran muy justos, el servicio era excelente.